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A propósito de Reborn Rich, ¿Qué son realmente los Chaebol?


¿Quién de no recuerda al poderoso Vincenzo? Una de las series más vistas de Netflix protagonizada por Song Joong-Ki uno de los actores más respetados de Corea del sur que además sabe escoger muy bien sus proyectos. Prepárense porque vamos a hablar de Chaeboles; esos famosos seres casi de fantasía que aparecen en los dramas coreanos que son sexis, poderosos e inalcanzables.


Pues esta serie escrita por kim Tae-hee y Jang Eun-jae “The youngest son of a conglomerate”, que es el título original, es una serie basada en una novela del género de fantasía que nos cuenta la historia de Yoon Hyun-Woo, un empleado leal del grupo Soonyang, el más grande y poderoso conglomerado sur coreano. Él es asesinado por razones desconocidas y renace como el hijo menor del conglomerado, Jin Do-joon. Ya hemos visto cómo se ha desenvuelto esta trama fascinante de lucha de poderes dentro de una familia donde todos están dispuestos a todo con tal de hacerse con el control del conglomerado. Pues resulta que; no hay tanta fantasía en este drama, aparte de la extraña reencarnación de Hyun-woo, más bien la serie está inspirada en las excéntricas historias de estos Chaeboles de la vida real, como el grupo Samsung y Lotte, solo por nombrar algunos.



El Chaebol por definición, no es un título que se le da a un millonario y guapo heredero, más bien se trata de un modelo empresarial basado en varios conglomerados con presencia en distintos sectores de la economía surcoreana, es decir, que son un conjunto de firmas formalmente independientes bajo un mando familiar administrativo y financiero común. Literalmente la palabra significa “grupo de riqueza”. Aunque no exista un consenso general sobre cómo se forma un chaebol, gran parte de la comunidad de economistas está de acuerdo en que debe definirse a través de estas tres características básicas:

  1. Debe estar compuesto por muchas empresas filiales operando en diversas industrias

  2. Existe una familia dominante que controla el grupo.

  3. Representa un porcentaje importante de la economía nacional.

Los chaebols han estado comúnmente dirigidos por directivos profesionales responsables de firmas individuales dentro del mismo conglomerado. Sin embargo, existe un único individuo (el denominado chongsu) que se encarga de tomar las decisiones corporativas finales para los objetivos generales del conjunto, ósea, este es el grupo al que pertenecen nuestros soñados príncipes de kdrama. Este chongsu actúa como director supremo del conglomerado, y como representante de la familia propietaria del mismo.


Se preguntarán ustedes ¿Cómo lograron estas instituciones tal poder en el país surcoreano? Pues bien, para hacer corto este cuento, tras la Guerra de Corea las bases industriales del país quedaron completamente destrozadas y la economía se paralizó. Las empresas con alma emprendedora se convirtieron en protagonistas del futuro económico del país asiático. Por aquellos días, la península tenía una economía pequeña y basada en la agricultura, mientras que Corea del Norte era, irónicamente, más desarrollada desde el punto de vista industrial.


Ahí fue cuando el presidente Park Chun-Hee quien asumió el poder en 1963, buscando una solución al bajo crecimiento económico del país, desarrolló unas políticas especiales para incentivar la industrialización mediante un modelo denominado ISI (Industrialización por Sustitución de Importaciones) con el apoyo de las empresas que formarían estos conglomerados conocidos como Chaebol. El apoyo consistía en que estas empresas debían invertir en distintos sectores de la economía recibiendo beneficios del estado. El gobierno, por su parte, expropió a los negocios extranjeros y priorizo la fabricación y distribución local.


Estas compañías gozaron de fuertes subvenciones y facilidades para conseguir créditos. Los conglomerados seleccionados se hacían a proyectos exclusivos, especialmente en las áreas militares y de construcción.



Diez años después, en 1989, cuando Corea del Sur celebró sus primeras elecciones multipartidistas, el modelo de chaebol ratificó su importancia para el crecimiento del país alcanzado un nivel de vida similar al del resto de países industrializados. Durante estos años, los chaebols crecieron hasta convertirse en negocios multinacionales más allá del control estatal, dándose, incluso, el lujo de prescindir de su apoyo. Estas compañías crecieron tanto que llegaron al punto en que su capacidad industrial preocupó al gobierno, que comenzó a implementar medidas regulatorias sobre ellos. Fue así, como algunos de los dirigentes de estos conglomerados, como el presidente de Hyundai, Chung Ju-yung, dieron el salto a la política para evitar los controles. En esa época, comenzó a cuestionarse el poder de estas organizaciones y la sostenibilidad de un modelo de crecimiento que se volcó en la exportación, en detrimento del mercado doméstico.


La luna de miel terminó bajo el gobierno democrático de Kim Young-sam, presidente desde 1993 hasta 1998, fue el primer líder surcoreano que realmente tomó medidas para luchar contra la corrupción política y económica de la que los Chaebol hacían parte. El presidente tomó varias medidas y emprendió una gran campaña anti-chaebol. Muchos presidentes de estos conglomerados, directivos y ministros fueron juzgados por casos de soborno y extorsión. En 1996, comenzó la crisis financiera asiática y los chaebol se endeudaron mucho para poder expandirse, el Grupo Daewoo uno de los más famosos, se declaró en bancarrota y el grupo Hyundai tuvo que deshacerse de varias empresas para sobrevivir. Estos problemas provocaron, al comienzo del siglo XXI, una gran reforma y fue así como, los que sobrevivieron se independizaron cada vez más del gobierno.



Hoy en día, como en cualquier otro país del mundo, estos grupos tienen sus tentáculos metidos en todas partes y gozan de muchos beneficios e incalculable poder. Sin embargo, su imagen ha desmejorado mucho a raíz de los escándalos de corrupción en que han estado envueltos, como es el caso del grupo Samsung y Lotte, acusados de presentar sobornos para ganar contratos. Nada que no se vea en todas partes, ¿verdad?. Es cierto también que la riqueza del país asiático se concentra en unas pocas familias Chaebol y las empresas medianas lo tienen más difícil para sostenerse en un país donde quienes aún dominan la economía son los Chaebol.

Ya sabiendo esto, queridas doramaniacas y queridos doramaniacos, entenderán el éxito de la serie, que hoy en día ostenta un raiting altísimo del 24,936 % superando Sky Castle posicionándose como la segunda serie más vista de la cadena JTBC. Esperemos que nuestro héroe logre convertirse en Chongsu y que podamos celebrar con él su victoria sobre Soongyang.


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Roxana



 
 
 
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